El neurofeedback

El neurofeedback

Forma parte de un tipo de intervenciones que actúan de modo directo sobre la función cerebral denominados neuroterapias, es un técnica no invasiva que consiste en modificar los patrones de ondas cerebrales por medio de un registro de la actividad eléctrica cerebral, similar a un electroencefalograma (EEG).

Las neuronas de nuestro cerebro se comunican entre si a través de señales eléctricas y se miden en ondas cerebrales, las frecuencias de las ondas cerebrales nos indican el estado del cerebro en un momento puntual, los aparatos de Neurofeedback permiten en base al procesamiento de estas señales eléctricas, diseñar programas de entrenamiento personalizados para cada individuo reforzando determinados tipos de actividad neuronal e inhibiendo otros.

Podemos usar el Neurofeedback en adultos:
Ansiedad y estrés.
Fobias.
Depresión.
Dolor crónico
Insomnio.
Daño cerebral.
Demencia.

En niños:
TDAH/TDA.
Problemas de conducta.
Trastornos de aprendizaje.
Trastornos del neurodesarrollo.
Ansiedad.
Fobias.

Ventajas del uso:
No es invasivo.
No tiene efectos secundarios.
Se puede combinar con tratamientos psicológicos o farmacológicos.

Cortisol, la hormona del estrés

Cortisol, la hormona del estrés

Considerada por la comunidad científica como la hormona del estrés, nuestro cuerpo la produce ante situaciones de tensión para ayudarnos a enfrentarlas, la liberación de esta hormona está controlada por el hipotálamo en respuesta a situaciones estresoras y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre.

Mediante nuestra forma de pensar, creer, y sentir podemos condicionar nuestros niveles de cortisol, la evidencia científica demuestra que al modificar nuestros pensamientos en cierta manera estamos modificando la actividad bioquímica de las células de nuestro cerebro, de hecho, la Universidad de Harvard realizó un estudio donde demostró que un nivel moderado de cortisol es clave para el bienestar humano.

Una dieta nutricional más variada y equilibrada, ayuda a regular los niveles de esta hormona debido a que una disminución en la ingesta calórica puede aumentar los niveles de cortisol, además, incluir en nuestra rutina ejercicios de relajación y meditación reduce el riesgo de experimentar estrés crónico, así lo ha concluido un estudio de la Universidad Estatal de Ohio.

No existe el sexo débil

No existe el sexo débil

El hecho de que las mujeres tengan más información genética que los varones influye en la formación del cerebro, pues la organización del cerebro está determinada por factores biológicos contenidos en los genes.

Todas las estructuras cerebrales relacionadas con la memoria asociativa, la cognición y la lógica son más grandes en los cerebros femeninos, el cuerpo calloso, relacionado con la comunicación de los los hemisferios cerebrales, es mayor en las mujeres hasta en 30%, esto resulta en dos hemisferios que están en constante comunicación y continuamente contribuyendo al análisis de información, por esto, en parte, las mujeres sí tienen mayor capacidad neurobiológica para generar respuestas.

Los cerebros femeninos tienen mejor memoria, sus neuronas están mejor conectadas y pueden escuchar con atención durante 60 minutos sin distraerse, pero no hay un cerebro mejor que otro, en términos generales, los cerebros de hombres y mujeres tienen diferencias, y entenderlas permite conocer mejor qué hace mejor ella y qué hace mejor él.

Cómo reconocer una depresión

Cómo reconocer una depresión

Como seres humanos sentimos diferentes emociones. Entre las más básicas están la alegría, la ira, el asco, los celos… y la tristeza. Si bien es normal sentirnos tristes, e incluso a veces melancólicos, es necesario distinguir en qué momento se convierte en una depresión. Al tener miedo de contactar con la tristeza, puede hacerse más profunda escondiéndose detrás de otros sentimientos como el enojo o la ansiedad que enmascaran este sentimiento.

Ante esta circunstancia, es necesario identificar junto con un psicólogo si se trata de una depresión y cómo puede ser resuelta. Algunos signos que nos permiten diferenciar la depresión de la tristeza son:

– Pánico, que se distingue por ser un miedo exagerado e irracional.

– Sensación de impotencia extrema, es decir, sentir que somos completamente incapaces de resolver hasta la tarea más común.

– Temporalidad, es indispensable saber desde hace cuánto tiempo se siente esta tristeza profunda.

– Muchas veces puede haber reflejos en el cuerpo, como aumento o pérdida de apetito, diminución importante de la energía, cansancio continuo.

– El malhumor y/o el enojo constante son dos de máscaras favoritas de la tristeza. Así, se mantiene alejada de las demás personas e impide acercarse a tratarla.

– Sensación de vacío profundo, que se siente como una soledad, como que no hay nada que aportar o que sentir.

– Suceptibilidad, que se expresa al sentirse profundamente herido por algún o acción de las demás personas.

Si te identificas con alguno de estos síntomas, es importante que lo revises con un psicólogo. Tratar de salir de una depresión con cualquier remedio mágico o inmediato, no será beneficioso a largo plazo. Tu salud mental y emocional son lo primero para que tu entorno funcione mejor.

“Nuestro cerebro es el mejor juguete que se ha creado. En él están todos los secretos, incluso el de la felicidad” – Charlie Chaplin, comediante y actor.

Lo grandioso de la neuroplasticidad

Lo grandioso de la neuroplasticidad

A través de procesos de plasticidad neuronal (también llamada neuroplasticidad), nosotros mismos moldeamos nuestro cerebro cuando hacemos nuestras actividades de la vida diaria o pensamos frecuentemente en algo.

En un estudio a taxistas en Londres se demostró que tenían un hipocampo más grande que otras personas de profesiones distintas porque saben todas las calles de memoria, el hipocampo tiene diversas funciones, pero una de ellas es que se ocupa de la información de la agenda visuoespacial (nuestros mapas mentales del espacio en el que vivimos que nos dicen cómo se llega a algún sitio que conocemos).

Si podemos moldear el cerebro implica que podemos modificar el trastorno a través de psicoterapia (y medicación en los casos que se requiera), porque los trastornos mentales tienen una relación biológica directa con nuestro cerebro, podemos tener más esperanza de que con la ayuda adecuada y el esfuerzo personal, un trastorno, en teoría crónico, puede minimizarse hasta el punto de que no afecte e incluso “se cure” y la persona pueda llevar una vida completamente normal.

Dormir es necesario

Dormir es necesario

Nuestros neurotransmisores cerebrales tampoco van a rendir, por tanto, nuestro pensamiento, nuestra capacidad de concentración y de atención tampoco serán las mismas.

Los trastornos del sueño pueden presentarse tanto de mantenimiento como de inicio, ello puede provocar sensación de pesadez, de no pensar con claridad, de falta de concentración, de dificultades en actividades en atención dividida (atender a más de un estímulo a la vez), dificultad para recuperar palabras, entre otras.

Consejos para dormir mejor:

– Reducir el consumo de hábitos tóxicos: tabaco, alcohol, sustancias de abuso.
– Llevar hábitos de vida saludables: comida, higiene, rutinas de ejercicio.
– Reducir la ingesta de cafeína, teína y demás excitantes a partir de determinadas horas de la noche.
– Reducir la actividad con pantallas digitales justo antes de ir a dormir.

Estos son algunos consejos, es necesario estar activos y con todos los sentidos alerta, hay trabajos de precisión o de gran envergadura que requieren de toda nuestra atención, y no lo conseguiremos si no descansamos como es debido.