Más reales, menos perfectos

Más reales, menos perfectos

Equivocadamente a muchos desde niños se les enseña que para ser perfectos tienen que encajar en la simetría de las medidas de un modelo de pasarela o las de un deportista famoso y destacado, la obsesión por ser perfectos solo desencadena graves problemas psicológicos como depresión, ansiedad, ideación suicida, etc., así como también enfermedades agresivas como la bulimia o la anorexia.

Lo que necesitas hacer es un cambio de mentalidad, no para estar delgado o perfecto, si no para estar sano y fuerte, este cambio tiene que empezar por ti y para ti, nunca cambies o hagas nada para gustarle a la sociedad, ése es un falso cambio que no mereces, tu mereces cambiar tu vida porque tu quieres, no por lo que los demás opinen, evalúa bien tu intención y propósito antes de empezar cualquier cambio en tu vida.

No sigas generando una dependencia o apego emocional a lo que la sociedad decida que esté de moda hoy, no atentes contra tu amor propio por alcanzar la aprobación externa, tienes que entender que independientemente de lo que el mundo diga y piense, tu eres el dueño de tu vida y si vas a cambiar algo, cambia porque tu así lo quieres y por las razones correctas.

Recalcular nuestra realidad

Recalcular nuestra realidad

Desde hace algunos meses hemos estado viendo una “realidad alterna” que nunca imaginamos. Al principio del confinamiento, pesábamos que existía una fecha de caducidad para el encierro. Si bien muchas personas descubrieron trastornos emocionales como ansiedad y depresión que antes no padecían, otros encontraron un oasis de tranquilidad en su ajetreada rutina. Algunos se han dado la oportunidad de hacer profundas introspecciones,  sanando aspectos de su ser, culminando proyectos pendientes o descubriendo nuevas habilidades. Pensábamos que iba a ser un espacio temporal, y que fácilmente podríamos retomar la prisa, el tráfico y el excesivo gasto económico. Pero no es así. Y no sabemos hasta cuándo continuaremos así.

Ante estas circunstancias, la incertidumbre funciona como gasolina para hoguera que ha permanecido encendida dentro de casa, nublando las relaciones familiares con el humo o dejando consumir por el fuego parte de nuestra salud mental. Pero ya es momento de dejar de esperar un retorno a “la vida de antes”. Si logramos aceptar que aun no existe el plazo de vencimiento para la “nueve normalidad”, entonces la incertidumbre dejará de existir, puesto que nuestra energía estará en crear una nueva rutina con las posibilidades que tenemos, y no con las que añoramos.

El presente se determina en “antes de la pandemia” y en el “ahorita”, que rechaza la idea de que esta etapa será permanente, además de que desenmascara la expectativa de volver pronto al “antes”, aunque cada vez se disemina más lejano. Asumir el “ahorita” nos obliga a replantear la cotidianeidad y nuestro quehacer diario, ya que estamos inhabilitados para ser la persona que realizaba las tareas que nos conformaban como seres humanos. Es decir, si antes del confinamiento para alguien representaba parte de su identidad viajar o competir en algún deporte, ahora ese rutina resulta inalcanzable. Entonces, es válido cuestionar nuestra propia identidad, conformada a partir de lo que disfrutamos hacer, los planes que deseamos y el obstáculo que no podemos sacar.

En tanto las acciones que realizábamos eran parte de nuestra constitución como personas, y ahora carecemos de ellas, es válido sentirnos deseamparados, y sin entender hacia qué dirección debemos dirigirnos, puesto que nuestra identidad está sin objetivos. Al ser incapaces de afrontar el sin destino, podemos sentir ansiedad o incluso tristeza profunda. Ante estas circunstancias lo más recomendable es visitar a un psicólogo que nos ayude a encontrar de nuevo una dirección para que nuestra identidad pueda consolidarse de nuevo.

¿Qué es la neurosis?

¿Qué es la neurosis?

Esto significa que los sentimientos o emociones negativas se experimentan con una intensidad y frecuencia mayores que otras personas, ansiedad, depresión, culpabilidad, agresividad, son algunos ejemplos, esto provoca que los niveles de estrés del individuo sean muy elevados, y hace que la percepción de amenaza y negatividad sea más alta de lo que es en realidad.

Quienes padecen neurosis se caracterizan por rechazar aspectos de su propia realidad interior, procuran tomar distancia de sus sentimientos, pensamientos o deseos a partir de pautas estrictas, son estrategias psicológicas que ya tienen automatizadas, que utilizan sin ser conscientes, y dificultan el control y la gestión de las emociones. 

El tratamiento a base de sesiones de psicoterapia para modificar las percepciones e interpretaciones desenfocadas que el paciente tiene sobre sí mismo suele ser el tratamiento de elección, si el nivel de gravedad de la neurosis es alto puede ser necesario combinarlo con un tratamiento farmacológico para apaciguar los síntomas agudos como la ansiedad o la depresión.

El estrés crónico

El estrés crónico

El estrés crónico destroza el cuerpo, la mente y la vida de quienes lo sufren causando estragos de larga duración, el estrés crónico parece relacionarse con la aparición de intentos de suicidio, comportamientos violentos, ataques cardíacos e infartos, diferentes revisiones científicas muestran cómo se relaciona el estrés con las diferentes enfermedades o trastornos, tales como:

Trastornos coronarios.
Trastornos respiratorios.
Trastornos inmunológicos.
Trastornos gastrointestinales.
Trastornos psicopatológicos.

Los trastornos psicopatológicos se han encontrado más relacionados con el estrés crónico han sido: ansiedad, miedos, fobias, depresión, estrés postraumático, trastornos esquizofrénicos, conductas adictivas, conductas obsesivas compulsivas, problemas de insomnio, de la alimentación y trastornos de la personalidad.

El estrés crónico tiene consecuencias que pueden ser devastadoras para nuestra salud, hasta el punto de provocar enfermedades crónicas, además del tratamiento farmacológico, es de capital importancia seguir un programa psicológico estructurado para el control del estrés.

El estrés infantil

El estrés infantil

Alrededor de un 20% de los niños dicen preocuparse mucho, desafortunadamente los padres subestiman bastante las emociones de sus hijos, sólo un 3% de los padres reconocen el estrés de sus hijos, el 72% de los niños con estrés muestran conductas negativas asociadas.

Los problemas de salud mental como la ansiedad, depresión y estrés puede tener un impacto negativo en el desarrollo del niño a largo plazo, especialmente porque sus cerebros están todavía desarrollándose, el estrés afecta sus procesos biológicos, y tiene un impacto en todo su organismo, los cerebros de los niños, con su rápido crecimiento, donde las conexiones neuronales crecen por millones, son especialmente vulnerables a la acción del cortisol.

Casi todo el tiempo de los infantes se llena de “productividad” y apenas tienen tiempo para jugar, actualmente la mayor parte del ocio del niño se reduce al uso de ordenadores, tablets y smartphones con acceso a contenido digital, los niños están expuestos a contenido adulto violento y sexual, actividades como los deportes, el arte o la música son las que ayudan a aliviar el estrés.