Beneficios psicológicos del ejercicio físico

Beneficios psicológicos del ejercicio físico

También aumenta el flujo de sangre al cerebro, aportando más nutrientes, esto tiene un impacto positivo en nuestras capacidades cognitivas, mejorando la memoria, la atención y los procesos ejecutivos, como la planificación y toma de decisiones.

Desencadena la producción de ciertos neurotransmisores, sustancias cerebrales, como las endorfinas y canabinoides que tienen el efecto de hacernos sentir placer y felicidad y ayudarnos a disminuir el síndrome premenstrual, estas sustancias también son analgésicos naturales, lo que nos ayuda a la gestión del dolor como el dolor muscular o el dolor menstrual.

Disminuye la intensidad de los síntomas de depresión y la ansiedad, sobre todo se ha visto la eficacia del ejercicio aeróbico y anaeróbico, la mejora del estado de ánimo tras la actividad física se encuentra en la disminución del estrés oxidativo, es decir, del deterioro celular, las personas con depresión y trastorno bipolar muestran un mayor deterioro celular, que con el ejercicio físico se frena.

Fármacos, ¿única opción?

Fármacos, ¿única opción?

Cuando aparecieron los medicamentos psiquiátricos, fueron promovidos como remedio para abrazar la felicidad. La idea común es que dichos medicamentos representan una salida fácil para quienes no pueden controlar sus emociones y necesitan un poco de ayuda. ¿Pero es la única? 

En México, al menos 10 millones de personas presentan cuadros de profunda tristeza y ansiedad generalizada. Las medicinas que regulan los neurotransmisores relacionados con los síntomas, parecerían una fórmula casi mágica: tienen efectividad en 60% a las 3 semanas de iniciar el tratamiento. Pero a pesar de sus beneficios requieren de un acompañamiento

La depresión provoca cambios a nivel cerebral, pero fue causada por una circunstancia externa como pérdidas, una ruptura amorosa, sentir no haber cumplido ciertas metas y al estrés que vivimos. La interpretación personal de dichos acontecimientos puede convertirlos en detonadores de una enfermedad.

Un psicólogo debe establecer un diagnóstico: sentir un vacío emocional no implica padecer una depresión profunda. En muchos casos una psicoterapia basta, pero en una situación crítica los fármacos son necesarios. Por lo general se prescribe el medicamento cuando los síntomas impiden al individuo ser funcional. Una depresión no es sólo una respuesta a la química cerebral. Por lo general, el individuo se deprime por circunstancias psicosociales y, una vez instalada la patología, se presenta el trastorno a nivel fisiológico. ¿Quizás algunas personas toman Prozac sólo para no sentir emociones que las perturban? 

Una resistencia para el consumo de fármacos, además de sus efectos secundarios, consiste en que la sociedad tiende a etiquetar a los “enfermos”. Existen muchas creencias alrededor de los trastornos psiquiátricos, principalmente causados por falta de información, como la posibilidad de volverse adictos a los medicamentos, o que quienes los toman están “locos” o son débiles.

Lo más recomendable para salir del cuadro depresivo es la combinación de un fármaco y la psicoterapia. Asimismo, hay diversas actividades que pueden complementar el tratamiento y ayudar a salir de la depresión. No existe pastilla alguna que pueda incidir en la personalidad ni en la perspectiva de cada quien, por eso es fundamental llevar a cabo un proceso terapéutico en donde se exploren las causas del padecimiento.

Después de todo, el objetivo de una psicoterapia es ayudarnos a descubrir qué es lo que nos lastima. Al igual que las pastillas, no es un acto de magia, sino un proceso que implica esfuerzo y la capacidad de aceptar dónde y qué tan profundas tenemos las heridas y qué podríamos hacer al respecto para que nos lastimen menos… porque todos las tenemos y no todas siempre sanan con la misma facilidad.

El pensamiento remoto: lejos del presente

El pensamiento remoto: lejos del presente

La mente de las personas, en particular adultas, son verdaderas cápsulas del tiempo cronológico con un cierto grado de ausencia de la consciencia del tiempo presente y esto se traduce en mente llena sin plenitud y puede ser un problema para quien no pueda tener el control sobre ello. Cuando se pierde el control, nuestro cuerpo comienza con una parte de indicios sintomatológicos que pueden generar miedos, insomnios, ansiedades, estrés o frustración por nombrar algunos. 

¿Cómo poder identificar si estos pensamientos pasan a ser un problema mayor? 

Comienza con un pequeño ejercicio durante una semana donde necesitarás un cuaderno para hacer un registro diario sobre tus pensamientos, sensaciones, ideas o incluso reflexiones que han sucedido durante todo el trayecto del día, como una especie de bitácora personal. También debes registrar el tipo de emoción que te generó de ese pensamiento y relacionar si es una idea que se relaciona con el tiempo pasado, presente o futuro. Si son ideas o experiencias positivas, permítete también de incluirlas. Cuando finalices la semana, revisarás finalmente toda tu escritura y responderás las siguientes preguntas: 

  1. ¿Esto está tomando control sobre mi vida? 
  2. ¿Mi entorno percibe que algo me está pasando? 
  3. ¿Tengo redes de apoyo suficiente que me ayuden?
  4. ¿Necesito ayuda profesional?

Si en la última pregunta consideras que es necesario buscar un apoyo profesional adicional a la que ya puedas tener, te invito a que evaluemos tu caso y podamos trabajar en conjunto donde recibirás apoyo, contención, herramientas, estrategias y todos los recursos psicológicos necesarios para mejorar tu situación.

El Trastorno de Ansiedad Generalizada

El Trastorno de Ansiedad Generalizada

Es tener una preocupación y ansiedad excesivas, persistentes y difíciles de controlar sobre un número de acontecimientos o actividades, los pacientes presentan preocupaciones relativamente constantes y, por lo general, únicamente suelen ser capaces de dejar de lado un tema de preocupación ante la aparición de un nuevo tema de preocupación.

El trastorno de ansiedad generalizada puede ocurrir a cualquier edad y pueden durar años o toda la vida, los pacientes suelen presentar otros trastornos tales como trastorno depresivo mayor, distimia, trastorno de pánico con o sin agorafobia, fobia social, fobia específica, abuso o dependencia de alcohol o de sustancias sedantes, hipnóticas o ansiolíticas.

Los dos tratamientos principales son la psicoterapia y los medicamentos, tales como antidepresivos, entre los tratamientos psicológicos que más se utilizan para el TAG son: la relajación aplicada de Öst, el entrenamiento en manejo de la ansiedad de Suinn, el entrenamiento en manejo de la ansiedad de Butler, la terapia cognitiva de Beck, la terapia cognitivo-conductual y el psicoanálisis.

Manejo de la ansiedad en cuarentena

Manejo de la ansiedad en cuarentena

La ansiedad es el conjunto de síntomas que se producen al experimentar una situación de estrés.

La sintomatología que se presenta son sudor, inquietud, pensamientos negativos, nervios… La ansiedad es una manifestación que todos los seres humanos llegamos a sentirla.

En ocasiones, la persona no es tan consciente de que la está padeciendo y se suele confundir con padecimientos como falta de sueño (insomnio), comer excesivamente o falta de apetito, dolores de cabeza por el estar pensando constantemente en la situación que preocupa, irritabilidad. 

Ahora bien, la ansiedad puede convertirse en un trastorno en donde su salud mental se ve más afectada y por ende en sus demás ambientes sean laborales, familiares y personales. Cuando es así, es necesario que se atienda en terapia.. La terapia brindará el apoyo para el manejo óptimo de la ansiedad. Por ejemplo el manejo de la respiración o bien conocer cuando está en manos del paciente la situación y cuando no ya que no todo se puede controlar. 

Es importante saber que puedo hacer ante la situación que me genera estrés, lo puedo resolver, como se puede resolver. El escribir los pros y contras acerca de la situación es una manera óptima de calmar la ansiedad. 

La ansiedad es uno los padecimientos que con mucha frecuencia se padece. Incluso los niños la viven a diario. Es importante que como adultos, padres, maestros sepamos como detectarla en nosotros  mismos para así poder apoyar a los demás. 

En este tiempo que estamos viviendo, es más recurrente. Así como nos preocupa la situación que se vive, permitamos el ocuparnos. No queramos controlar todo a nuestro alrededor, soltemos, dejemos cargas que por más que se quiera no está en nuestras manos. 

Vivamos más, dejémonos sentir más y disfrutemos de la vida.

¿Y tú dejas que te domine la ansiedad o tu la dominas a ella?