Conocer el camino

Conocer el camino

Lograr la madurez implica tres cosas: libertad de criterio, equilibrio emocional y asunción de la responsabilidad frente a las consecuencias de las decisiones. Lo que nos sucede es lo que merecemos, lo que sentimos es lo que decidimos, lo que logramos es lo que luchamos. Todo siempre está en nosotros y el exterior sólo es el camino para hacer realidad los proyectos no para justificar los fracasos.

Ahora bien, para lograr los tres elementos es necesario comprender las causas de nuestros miedos y nuestros traumas ya que estos son inconscientes y requieren salir a la consciencia para curar las heridas y fortalecer el carácter. Esa es la responsabilidad de los psicólogos clínicos: descubrir la oscuridad y mostrar el camino para encontrar la luz.

Ansiedad: ¿Qué es y cómo manejarla?

Ansiedad: ¿Qué es y cómo manejarla?

Es una respuesta emocional y física frente a situaciones que se consideran peligrosas. Variará según el estímulo que la produzca, y suele venir acompañada de sentimientos de inquietud, recelo, miedo y nerviosismo. La ansiedad nos sirve para poder reaccionar en momentos difíciles. Nos puede servir como ayuda para escapar de un peligro o como energía para completar tareas pendientes.

En su justa medida es útil y necesaria, es un mecanismo defensa y por tanto no es negativa necesariamente. Por tanto, no hay que suprimirla, sino aprender a controlarla.

La ansiedad puede ser problemática cuando los síntomas son: graves y desagradables, duran mucho tiempo, ocurren con mucha frecuencia, ocurren en situaciones que no debiesen ser estresantes, impidan hacer cosas que se quieren realizar.

Durante este tiempo de pandemia es esperable que muchos aumenten sus niveles de ansiedad, frente a la angustia de desconocer lo que vendrá a futuro y por el encierro, en dónde el cambio de estilo de vida y el confinamiento puede elevar y mantener por más tiempo del común la ansiedad.

¿Cómo se puede manejar?

Lo primero es impedir que siga aumentando. Para eso puede:

  • Hacer algo de ejercicio: No es necesario que sea muy intenso si no es de su agrado, sino más bien busque alguna actividad física que le sea placentera como el baile o movimientos de elongación.
  • Encuentre tiempo para usted mismo y hacer algo placentero: gaste su tiempo en realizar algún pasatiempo como leer, tejer, hacer manualidades, juegos de mesa, toque un instrumento musical, pinte, etc. Trate de disfrutar su tiempo libre en actividades que no requieran el uso de pantallas, ya que, con el teletrabajo y el estudio online, ya se gastan muchas horas del día frente a una pantalla, que a la larga pueden aumentar sus niveles de estrés y ansiedad. Si gasta su tiempo libro haciendo actividades que le agrada y disfruta, no se dará cuanta como pasan los días y bajarán sus niveles de ansiedad.
  • Póngase objetivos realistas, que pueda seguir: sea más flexible con sus hijos, pareja y usted mismo. Es importante seguir una rutina diaria, pero no se frustre si no cumple la rutina a la perfección dentro del tiempo que estimó para ello. Propóngase objetivos de tiempo más flexibles y que crea capaz de seguir en tiempos cortos.
  • Note cuando empieza a sentir niveles elevados ansiedad y distraiga su atención: respire profundamente y pausado, mire detalles del entorno, etc. Una vez que se sienta más calmado continúe con lo que estaba haciendo.
Estimula la psicomotricidad fina en tu hijo

Estimula la psicomotricidad fina en tu hijo

Debe trabajar con diferentes materiales con el objeto de alcanzar el nivel adecuado de precisión y coordinación que requieren tareas en las cuales se utilizan de manera simultánea los ojos, las manos y dedos, es necesario realizar ejercicios que fomenten el desarrollo de la coordinación viso-manual del niño, estos ejercicios le pueden ayudar:

Para desarrollar el agarre estilo pinza de índice y pulgar y la agilidad muscular: es muy eficaz puntear con un punzón sobre líneas y contornos dibujados en un papel.

Para favorecer la coordinación óculo-manual e incluso la autonomía personal, resulta eficaz montar puzles y figuras de piezas que encajen, abrochar y desabrochar botones, cierres y cremalleras, juegos de hilar y coser.

Rasgar y plegar papel favorece el control de la presión de giro y la coordinación viso-motriz.

Las manualidades son fundamentales para trabajar la motricidad fina: insertar bolitas de collar, modelar con plastilina, realizar estampados en papel, rellenar figuras con diferentes materiales.

Es bueno hacer ejercicios de manos y dedos: recortar con tijeras y trasladar objetos pequeños.

Desmitificar la cuestión de los honorarios

Desmitificar la cuestión de los honorarios

Los honorarios analíticos creo deberían ser honorarios a pactar. Es uno de los elementos del encuadre. El analizante concurre a sesión días, horas y al espacio en que pacta con el analista. Entonces los honorarios por qué no? El que consulta lo hace en la medida de sus posibilidades temporoespaciales y económicas respecto de su subjetividad. Algunos analistas sostienen un encuadre fijo, mientras que otros no, pudiendo flexibilizar las coordenadas de dicha escucha en diferentes sitios como asistencia domiciliaria, vía internet, etc.

Entonces cual es la razón por la cual el honorario debería excluirse de dicha mediación con el analizante? O acaso prestando servicios profesionales en obras sociales, instituciones privadas, etc. un tercero ajeno a las incumbencias profesionales dictaminan el costo de cada sesión sin el debido respeto por cada quien.

El caso por caso en su singularidad opino es aplicable respecto a esta cuestión, el costo del analizante que consulta es acorde a sus posibilidades. O el deseo no es una pura apuesta, sin garantías de éxito en su jugada? Les dejo esta reflexión…

Rompiendo Mitos

Rompiendo Mitos

Se me ocurrió exponer en “criollo” que es un psicoanalista desde mi experiencia como analizante y analista. Básicamente el que escucha aquello bizarro, raro, elocuente, fantasmático, doloroso, fallido, intimo, etc.; aquello que cotidianamente es desoído por el entorno en general, despreciando su originalidad, soslayando el sufrimiento, aconsejando lo imposible, ocultado en secreto inconfesable, etc. A eso le da lugar un analista, para que el sujeto hablante diga de su subjetividad sin ser criticado, juzgado o dirigido. Para que en su decir se desplieguen las notas en donde se apoya su insatisfacción, miedos, dificultades, adicciones, angustias, etc.

La intención de esa escucha, excluida de impresiones personales del analista, apunta a ir destejiendo el sentido que sostiene por ejemplo un síntoma, una perdida, un sueño, un conflicto amoroso, etc. “Entre con una historia a mi análisis y salí con otra”, un buen ejemplo de una labor realizada. Un paciente me manifestó “Con vos aprendí a dudar”, y con ello a descreer de afirmaciones propias y ajenas que lo alienaban por su imposibilidad de ejecución. Un niño aterrado por los monstruos nocturnos, dejó de verse atemorizado por ellos cuando los dibujamos y encerramos en la historia clínica.

Otra paciente y sin medicación psiquiátrica, de alucinar la presencia abrumadora del más allá que venía a buscarla, pasó a soñar con su padre fallecido antes de nacer, se pudo pasar a otra cosa, más liviana para la vida por vivir. Una derivación por cierta fobia se resolvió al encontrar las coordenadas en un medio familiar asfixiante. Viñetas tendría muchas luego de más de 30 años de ejercicio de la profesión, pero mi intención es hacer saber cuál es la utilidad de un análisis, ya que el mismo es una técnica que ayuda a desmantelar el padecimiento psíquico.

Voy a continuar publicando en esta dirección, para romper el mito de la ortodoxia a ultranza del silencio del analista y el diván. La escucha analítica emerge, en un mundo donde la mayoría no puede escuchar la diferencia, lo extimio, el sinrazón.