por Wolfggan José Reina Huize | 7 Jul, 2020 | Blog
Muchas veces se las percibe como insensibles o frías, indiferentes o demasiado autoritarias (en el ámbito laboral), otras veces se las percibe como tímidas y sumisas, lo cual encaja con el rol que les asigna la sociedad, por lo que ni si quiera se plantea que tengan un trastorno.
Si tenemos en cuenta que Hans Asperger fue el que elaboró los criterios diagnósticos y que para ello se basó en su investigación, en la cual todos los sujetos eran hombres pero ninguna mujer, podremos entender que los instrumentos de detección y diagnóstico de los TEA pueden estar validados para identificar síntomas en el caso de los hombres, pero pueden no ser sensibles a la sintomatología en el caso de las mujeres.
Las mujeres también pasan más desapercibidas porque se asume que sus síntomas son de timidez, y como esto se asocia con la sumisión de la mujer se percibe mejor por la sociedad, lo mismo ocurre cuando la mujer con TEA presenta problemas de baja autoestima y esto no se identifica como un síntoma del trastorno autista, sino que se piensa que “a todas las mujeres les pasa”.
por Wolfggan José Reina Huize | 26 May, 2020 | Blog
El hecho de que las mujeres tengan más información genética que los varones influye en la formación del cerebro, pues la organización del cerebro está determinada por factores biológicos contenidos en los genes.
Todas las estructuras cerebrales relacionadas con la memoria asociativa, la cognición y la lógica son más grandes en los cerebros femeninos, el cuerpo calloso, relacionado con la comunicación de los los hemisferios cerebrales, es mayor en las mujeres hasta en 30%, esto resulta en dos hemisferios que están en constante comunicación y continuamente contribuyendo al análisis de información, por esto, en parte, las mujeres sí tienen mayor capacidad neurobiológica para generar respuestas.
Los cerebros femeninos tienen mejor memoria, sus neuronas están mejor conectadas y pueden escuchar con atención durante 60 minutos sin distraerse, pero no hay un cerebro mejor que otro, en términos generales, los cerebros de hombres y mujeres tienen diferencias, y entenderlas permite conocer mejor qué hace mejor ella y qué hace mejor él.