El estrés crónico

El estrés crónico

El estrés crónico destroza el cuerpo, la mente y la vida de quienes lo sufren causando estragos de larga duración, el estrés crónico parece relacionarse con la aparición de intentos de suicidio, comportamientos violentos, ataques cardíacos e infartos, diferentes revisiones científicas muestran cómo se relaciona el estrés con las diferentes enfermedades o trastornos, tales como:

Trastornos coronarios.
Trastornos respiratorios.
Trastornos inmunológicos.
Trastornos gastrointestinales.
Trastornos psicopatológicos.

Los trastornos psicopatológicos se han encontrado más relacionados con el estrés crónico han sido: ansiedad, miedos, fobias, depresión, estrés postraumático, trastornos esquizofrénicos, conductas adictivas, conductas obsesivas compulsivas, problemas de insomnio, de la alimentación y trastornos de la personalidad.

El estrés crónico tiene consecuencias que pueden ser devastadoras para nuestra salud, hasta el punto de provocar enfermedades crónicas, además del tratamiento farmacológico, es de capital importancia seguir un programa psicológico estructurado para el control del estrés.

Curar el desamor

Curar el desamor

“De pareja vinimos, y en pareja hay que terminar”, canta Ricardo Arjona a la vez que fortalece nuestra búsqueda de compañía amorosa. Noé eligió cuidadosamente parejas de animales para llenar el arca con la que repoblaría al mundo. Como estas, existen muchas otras ideas que permean el inconsciente colectivo obligándonos a pensar que debemos encontrar a nuestra contraparte. En el camino de la vida nos hemos topado con seres con quienes hemos logrado construir un futuro y cumplir proyectos, quienes nos han motivado a ser mejores personas o con quienes simplemente hemos compartido momentos incomparables. En ocasiones, la otra persona puede llegar a esfumarse y, resulta innegable que resulta en un proceso doloroso.

Enojo, culpa, tristeza y depresión, son algunos de los sentimientos que acompañan una ruptura amorosa. Millones de sueños se derrumban, las fantasías se convierten en trizas e incluso, es posible llegar a sentir que no tenemos el mismo valor como seres humanos si la otra persona no se encuentra a nuestro lado. Incluso, tener a “ese ex” es un sinónimo de desconfianza en el resto de las potenciales parejas y de una sombra que acompaña en la búsqueda de compañía.

A partir del amor, construimos un vínculo con la otra persona, fuimos testigos de lo que esta poderosa fuerza puede crear. ¿Por qué abandonarlo? Dejar ir a la persona con finalizamos proyectos, compartimos momentos alegres y aprendimos a ser mejores humanos, no implica que todos esos recuerdos deban ser aislados, o incluso odiados. Transitar por la vida con el amor, nos dio muchas más aportaciones de las que nos restó al irse, es el reto que requerimos cumplir cuando se curen las heridas.

La depresión surge cuando tratamos de aferrarnos a quienes nosotros fuimos mientras estuvimos con la otra persona. El tiempo es el mejor maestro para demostrarnos que uno sigue consigo mismo, y que toda la plenitud que alcanzamos continúa existiendo en nuestro ser. Querer olvidar al “ex”, implica anular la propia historia, dejar a un lado todo el crecimiento que ocurrió a raíz de la interacción y de la convivencia, así como de la ruptura. En algunos casos, llega a ser tan abrumador y doloroso que es necesario acudir con un especialista para que nos recuerde lo mucho que tenemos para ofrecernos.

Al reconciliarnos con el otro, y con la idea de que lo que hemos perdido, seremos capaces de reencontrarnos con nosotros mismos. De esta manera, comprenderemos que las experiencias que creamos y el legado que nos deja resulta más trascendental que el dolor en sí mismo. Quedarnos sin pareja no es una razón suficiente para dejar de amarnos.

El estrés infantil

El estrés infantil

Alrededor de un 20% de los niños dicen preocuparse mucho, desafortunadamente los padres subestiman bastante las emociones de sus hijos, sólo un 3% de los padres reconocen el estrés de sus hijos, el 72% de los niños con estrés muestran conductas negativas asociadas.

Los problemas de salud mental como la ansiedad, depresión y estrés puede tener un impacto negativo en el desarrollo del niño a largo plazo, especialmente porque sus cerebros están todavía desarrollándose, el estrés afecta sus procesos biológicos, y tiene un impacto en todo su organismo, los cerebros de los niños, con su rápido crecimiento, donde las conexiones neuronales crecen por millones, son especialmente vulnerables a la acción del cortisol.

Casi todo el tiempo de los infantes se llena de “productividad” y apenas tienen tiempo para jugar, actualmente la mayor parte del ocio del niño se reduce al uso de ordenadores, tablets y smartphones con acceso a contenido digital, los niños están expuestos a contenido adulto violento y sexual, actividades como los deportes, el arte o la música son las que ayudan a aliviar el estrés.

Pensamiento positivo vs. Depresión

Pensamiento positivo vs. Depresión

De esta forma se hace evidente que los pensamientos positivos influyen en los trastornos anímicos.

El científico Susumu Tonegawa, estimuló el grupo de neuronas que contienen los recuerdos positivos en un grupo de ratones que habían sido puestos en situaciones de estrés con anterioridad, después de pasar cinco días siendo estimulados, los ratones dejaron de padecer los síntomas de la depresión producida por el estrés, los científicos pararon la estimulación y aún así los ratones siguieron mejorando, lo que demuestra que si nos habituamos a pensar en cosas positivas, nuestro cerebro recibe resultados beneficiosos que se mantienen con el tiempo.

El optimismo es una cualidad que se puede entrenar, las personas que pasan por una depresión se ven desbordadas por pensamientos negativos, con fuerza de voluntad es posible cambiar nuestro diálogo interno y empezar a hablarnos de otra manera, ya que “somos lo que nos decimos”, pensar positivo ayuda a superar la depresión.

Beneficios psicológicos del ejercicio físico

Beneficios psicológicos del ejercicio físico

También aumenta el flujo de sangre al cerebro, aportando más nutrientes, esto tiene un impacto positivo en nuestras capacidades cognitivas, mejorando la memoria, la atención y los procesos ejecutivos, como la planificación y toma de decisiones.

Desencadena la producción de ciertos neurotransmisores, sustancias cerebrales, como las endorfinas y canabinoides que tienen el efecto de hacernos sentir placer y felicidad y ayudarnos a disminuir el síndrome premenstrual, estas sustancias también son analgésicos naturales, lo que nos ayuda a la gestión del dolor como el dolor muscular o el dolor menstrual.

Disminuye la intensidad de los síntomas de depresión y la ansiedad, sobre todo se ha visto la eficacia del ejercicio aeróbico y anaeróbico, la mejora del estado de ánimo tras la actividad física se encuentra en la disminución del estrés oxidativo, es decir, del deterioro celular, las personas con depresión y trastorno bipolar muestran un mayor deterioro celular, que con el ejercicio físico se frena.