Tu talento es importante

Tu talento es importante

Potencializar nuestros talentos nos supone grandes retos y cambios, a la vez que contribuye a nuestro bienestar, el ser humano posee inteligencias múltiples, incluso las personas que parecen no tener talento alguno, si nos damos la oportunidad de observar, podemos encontrar que son buenos para algo, te sugiero que te des a la tarea de identificar tus talentos y evaluar qué tanto los utilizas o no.

Las personas talentosas a lo largo de la historia humana han dejado un gran legado para nosotros, por lo que realmente pueden beneficiar a los que están en su entorno, gracias al desarrollo de sus virtudes puestas al servicio de los demás en cualquiera de las formas que el talento se manifieste, sin embargo, hay talentos que pasan desapercibidos debido al ambiente en que se encuentra la persona.

Una persona con talento puede aparentar no tenerlo debido a que no tiene o no ha tenido la oportunidad para desarrollarlo, es frecuente que debido a variables psicológicas no puedan hacerlo, por lo que, en ese caso es aconsejable buscar la atención psicológica profesional para que descubran cual es su talento.

La personalidad inmadura

La personalidad inmadura

A menudo mantienen una visión del mundo que se origina dentro de su propia imaginación, pueden ser excesivamente emocionales y perder fácilmente los nervios, también suelen ser tremendamente intolerantes a la frustración, principalmente son personas que presentan rasgos emocionales y de carácter propios de la infancia.

Una persona inmadura no ha logrado adquirir las habilidades necesarias para manejar situaciones y responder a los problemas, todavía esperan que alguien lo haga por ella y les falta perspectiva de futuro, puede cambiar de humor con facilidad diariamente, son especialmente lábiles emocionalmente hablando, no saben controlar sus emociones, sean positivas o negativas.

Una persona poco madura tiene gran dificultad para auto-observarse, valorar su conducta, reflexionar en profundidad sobre su forma de ser o pensar, así como entender cuándo se equivoca para corregir sus errores y madurar en consecuencia, entre otras cosas, esto también provoca que sea tremendamente influenciable, dejándose llevar opiniones ajenas, o la influencia de cualquiera.

El significado de los sueños

El significado de los sueños

Ya hechos a la idea, desde que el sol comienza a ocultarse y la noche oscurece el cielo, el cansancio nos vence y nos disponemos a terminar el día. Revisar algunos detalles y hacer recuento de las metas cumplidas nos permite dirigirnos exhaustos a la cama.

Cerramos los ojos, y nos sumergimos en un mundo surrealista: el de los sueños. La experiencia a veces es placentera, a veces angustiante, pueden hacernos enojar o llorar haciéndonos sentir emociones verdaderas. A la mañana siguiente enfrentamos la ironía de a veces no recordar nada o de continuar con las ideas persistentes que el sueño nos desencadenó. Algunas noches podríamos jurar que fue real, que lo vívido de las imágenes son parte de nuestra realidad objetiva y que éramos capaces de tocar los objetos. En algunos casos, recordamos episodios que resultan poco significativos o difíciles de explicar, envolviéndonos en una maraña difícil de descifrar. Al tratar de explicarlos, pierden el sentido, y estamos seguros de que no podemos darles la forma exacta con la que los vivimos, pero constantemente insistimos en su importancia.

Lo que es definitivo, es que los sueños siempre tienen algo que decirnos. Podríamos tratar de descifrarlos desde diferentes visiones, pero siempre estaremos seguros de que significan algo. Las construcciones oníricas se comprenden de fantasías o deseos (ocultos o explícitos), de recuerdos, de miedos y de producciones de nuestra imaginación. Es por ello que los sueños sí tienen algo que decirnos: develan lo más profundo de nuestra mente y emociones. Pero, para entenderlos es importante estar con la persona adecuada que nos ayude a encontrar su significado. Un psicólogo será capaz de descubrir las herramientas que nuestros sueños quieren decirnos sin caer en cuestiones generalizables ni mágicas.

(Fotografía: Sueño Marino, por Rudiarte)

Conocer el camino

Conocer el camino

Lograr la madurez implica tres cosas: libertad de criterio, equilibrio emocional y asunción de la responsabilidad frente a las consecuencias de las decisiones. Lo que nos sucede es lo que merecemos, lo que sentimos es lo que decidimos, lo que logramos es lo que luchamos. Todo siempre está en nosotros y el exterior sólo es el camino para hacer realidad los proyectos no para justificar los fracasos.

Ahora bien, para lograr los tres elementos es necesario comprender las causas de nuestros miedos y nuestros traumas ya que estos son inconscientes y requieren salir a la consciencia para curar las heridas y fortalecer el carácter. Esa es la responsabilidad de los psicólogos clínicos: descubrir la oscuridad y mostrar el camino para encontrar la luz.