Claves para unir a la familia durante la crisis

Claves para unir a la familia durante la crisis

Las posibilidades de realizar distintas actividades están radicalmente reducidas, entretener (o lograr productividad) con miembros de diferentes edades, intereses y necesidades resulta complicado, y puede llevar a conflictos que, en otro caso, serían evitables. Tal vez esta es una oportunidad para crecer como equipo, para enfrentar nuestras dificultades y recordar cómo apoyarnos. Aquí, una breve lista con ideas para contrarrestar el encierro:

  1. Rutina Establecer un orden diario es muy útil para evitar conflictos y tiempo de ocio. Al no saber qué hacer o hacia dónde ir, nos sentimos desorientados lo que ofusca el humor y la productividad. Para los pequeños de la casa es fundamental comprender que no son vacaciones y que sus labores escolares continuan, pero es necesario que un adulto les explique cómo proceder. Pegar una lista que señale la rutina (desayuno, hacer la cama, tiempo de trabajo, descanso, ejercicio, etc.) puede ser una guía para todos.

     

  2. Repartir las tareas Pasar más tiempo en casa implica un aumento de los quehaceres. No es sólo lo del diario como hacer las camas, sino que también implica, por ejemplo, lavar más platos puesto que comemos más personas y más seguido en casa. Dividir estos trabajos, aunque sea de una forma muy básica, involucra a todos en el hogar y nos enseña a valorar cada rincón del mismo. Posiblemente, después de recoger tantas veces, cada quien se haga responsable de su propio tiradero.

     

  3. Dar tiempo limitado de esparcimiento Si bien el lapso para “no hacer nada” es muy importante para el descanso, para la evolución de la creatividad e incluso para la resolución de problemas, es necesario que este espacio tenga un encuadre. De no ser así, las tareas cotidianas y la productividad pueden resultar afectadas. Una opción es dar varios espacios de ocio pero con un tiempo designado.

     

  4. Utilizar los recursos tecnológicos a nuestro favor En esta situación es muy fácil abusar de Internet y de todas las posibilidades que nos ofrece, tanto para entretenernos como para laborar. Seamos conscientes del tiempo de uso de los dispositivos disponibles en casa, y no seamos esclavos de los mismos. Los aparatos están a nuestro servicio, y no a la inversa.

     

  5. Paciencia, tolerancia y empatía Cada miembro experimenta las situaciones impredecibles de diferente manera: algunos se sienten ansiosos, otros se enojan, muchos se preocupan; pero lo que sí es verdad es que la incertidumbre puede hacernos reaccionar de maneras que desconocíamos. Tratar de hablar acerca de cómo nos sentimos (ojo, se trata de las emociones que nos despierta, no de hipótesis a futuro sin fundamentos), cómo han cambiado nuestras expectativas y las emociones que experimentamos puede abrir un espacio de vinculación familiar importante, además de reducir la angustia y saber que otros miembros se sienten así.

     

  6. Confrontar y resolver Vivir en conjunto no es fácil, y menos durante largos periodos indefinidos. Quizás algunos conflictos encuentren la ventana para tratar de ser recordados, o incluso repetidos, aunque hayan pasado años de su existencia. Probablemente sea un buen momento para enfrentarlos; y no sólo eso, sino también para resolverlos: hay tiempo, está el espacio y, definitivamente, también los involucrados. El objetivo es hacerlo desde la intención de construir y no de reprochar.

     

  7. Divertirse Estamos todos subidos en el mismo barco y con los seres que más amamos. Si no aprovechamos este momento para reírnos, para encontrar oportunidades de diversión y para volver a vincularnos. Desempolvemos los juegos de mesa, pasemos más tiempo sentados después de comer, retomemos los chistes internos… que sin la risa, todo es una tragedia.