por Gloria Inés Gómez | 5 May, 2020 | Blog
Recomendaciones para las familias.
- Establezca una rutina diaria dónde se tenga en cuenta tareas de responsabilidad, y de autocuidado personal y de ocio.
- Conserve su horario de trabajo cómo si estuviera en su oficina procurando no dejar que otras actividades interrumpan el normal desempeño de su labor.
- Designe horarios de comidas y respételos para así evitar estar consumiendo alimentos de manera compulsiva.
- Continúe con los hábitos de higiene ducharse, vestirse y para asumir las actividades planeadas con anterioridad.
- Organice actividades de ocio como: interaccionar con sus seres queridos, amigos por medio de llamadas o videollamadas, ver películas, practicar juegos de mesa y reunirse en la mesa en familia para hablar temas divertidos.
Cómo hacer análisis de lo que perciba como peligro real.
- Haga una lista de lo que le da miedo durante el tiempo de aislamiento.
- Tome la situación que le genera temor y piense como la manipularía de forma realista para así evitar la consecuencia temida.
- Una vez analizada la situación temida, esta en tus manos manipularla y ver si ese miedo tiene alguna utilidad para usted.
Controle los pensamientos que llegan de manera intrusiva.
- Sea consciente de su pensamiento cuando llega de manera esporádica y le hace sentir incómodo.
- Tome el pensamiento y cuestiónese si tiene una realidad objetiva.
- Pregúntese si tiene pruebas que ese pensamiento es falso.
- Si se cumpliera ese pensamiento ¿qué es lo peor que podría pasarme?
- Pensar eso mejoraría mi vida y una ves racionalizado lo mejor es descartarlo.
Adicional a esto sugiero unas técnicas de afrontamiento para esos pensamientos irracionales y que llegan de manera esporádica.
- STOP THINKING: Cuando usted este en esa situación que le genera ansiedad y llegan esos pensamientos desagradables comience mentalmente a decirse “¡STOP!”. para frenar ese pensamiento corte y sustitúyela por una idea agradable.
- LA RACIONALIZACIÓN: Esta técnica dónde se debe racionalizar esos pensamientos intrusivos y negativos empleando un pensamiento analítico. Es decir, tome la idea y evalúela detalladamente que parte es verdad y cuál no lo es.
Entonces, los invito a vivir este aislamiento con tranquilidad y que sea la oportunidad de mejorar las relaciones familiares.
por Miriam | 14 Mar, 2020 | Blog
Hay más dificultad para decidir si salir o no de casa que el porcentaje de pacientes con complicaciones. Y nuestra única vacuna eficaz ha sido el humor.
Si bien existe infinidad de medios que nos indican -o nos confunden- sobre cómo debemos reaccionar, en pocos lugares podemos hallar algo que nos reconforte. Es cierto que el Coronavirus es contagioso, que la pandemia ocurre a nivel internacional y que el sistema de salud duda de su capacidad para contenerlo o incluso curarlo, pero entrar en pánico no va a resolver nada.
Circulan videos violentos que culpan a alguna etnia en particular tratando de demostrar el trato subhumano hacia las personas que podrían estar infectadas. Pero no muestran la fecha: son de hace más de 5 años y no tienen relación alguna con este evento. Algunos locales han quedado en desabasto porque hemos aprendido que ante la incertidumbre debemos colmarnos de víveres que no nos faltan -y que le estamos quitando a quienes realmente los necesitan-. Todas las conversaciones son acerca de los síntomas, medidas preventivas y especulaciones terroríficas a futuro. Reflejo de la desinformación y el miedo que sentimos es la cantidad de imágenes, textos y Voicenotes que invaden en los chats. Y eso, gente, es la verdadera enfermedad: creer en información no verificada y difundirla, reaccionar con nuestros impulsos y dejarnos llevar por el pánico.
Yo más bien cuestiono: Coronavirus, ¿a qué has venido? Hagamos una pausa un instante. Observemos a nuestro alrededor cómo el miedo se filtra entre los chistes impidiéndonos pensar con claridad. En crisis como el temblor o la influenza la gente ha reaccionado de manera más empática y amable, comprendiendo la situación. ¿Has venido, pequeño mutante contagioso a recordarnos eso? Quizás es momento de poner a prueba nuestras habilidades para adaptarnos, para dejar de ser egoístas y no seguir pensando que tenemos todo garantizado. ¿Por qué seguimos saliendo a la calle a terminar con nuestros pendientes? ¿Qué nos hace pensar que somos inmunes o que necesitamos comprar tanto?
Es momento de aceptar nuestra vulnerabilidad como seres humanos y protegernos como sociedad. Aprovechemos las herramientas que la tecnología nos provee hoy, dejemos de infundir el pánico y valoremos la salud que tenemos hoy. Cada pequeña acción significa una diferencia para la sociedad. Cooperemos.