De esta forma se hace evidente que los pensamientos positivos influyen en los trastornos anímicos.
El científico Susumu Tonegawa, estimuló el grupo de neuronas que contienen los recuerdos positivos en un grupo de ratones que habían sido puestos en situaciones de estrés con anterioridad, después de pasar cinco días siendo estimulados, los ratones dejaron de padecer los síntomas de la depresión producida por el estrés, los científicos pararon la estimulación y aún así los ratones siguieron mejorando, lo que demuestra que si nos habituamos a pensar en cosas positivas, nuestro cerebro recibe resultados beneficiosos que se mantienen con el tiempo.
El optimismo es una cualidad que se puede entrenar, las personas que pasan por una depresión se ven desbordadas por pensamientos negativos, con fuerza de voluntad es posible cambiar nuestro diálogo interno y empezar a hablarnos de otra manera, ya que “somos lo que nos decimos”, pensar positivo ayuda a superar la depresión.
0 comentarios