Tenemos que entender una cosa: podemos perder batallas, pero jamás una guerra, y es que a veces pensamos que de esa no saldremos, vemos tan enorme el desierto que pensamos que moriremos en el, creemos que esa batalla es la última y en realidad lo nuestro no es una batalla, sino un guerra la cual aun no hemos perdido.
No escojas rendirte, jamás rendirse será una opción, porque no somos de los que nos rendimos, sino de los que siguen luchando, seguramente esta batalla que estás luchando no será la última que luches, sin duda que vendrán otras en las que te sentirás derrotado, pero tienes que entender que una batalla no dictará tu futuro completo, al contrario, de esa derrota puedes aprender algo bueno, para que en la próxima puedas vencer en ese mismo campo de batalla.
No estés pensando más en esa mala decisión de rendirte, sigue luchando, párate, toma tus armas, una sola batalla no determinará tu futuro, echa afuera toda clase de pensamientos de derrota y declara victorias para tu vida, cree en ti y jamás te rindas, sigue luchando.
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