No podemos reducir nuestra felicidad al tiempo que pasamos en pareja, somos más que un novio o novia, esposo o esposa, hay más parcelas en nuestra vida que debemos llenar con aquello que nos gusta sin ningún tipo de restricción.
La dependencia emocional con la pareja a largo plazo puede dañar nuestra autoestima, al sentir que sin la pareja no podemos hacer nada, no podemos disfrutar sin ella y además tenemos un miedo constante a que nuestra pareja rompa con nosotros, por ello debemos mantener nuestro espacio personal, ser capaces de vivir más allá de la relación de pareja, hay momentos que necesitamos dedicarlos a nosotros mismos y la pareja lo tiene que entender.
Las relaciones de pareja fusionales o simbióticas, en las que pasamos a ser una sola persona, no son sanas, ya que perdemos nuestra identidad y nos impiden nuestro crecimiento personal, es importante cultivar el espacio de pareja y el espacio personal por igual, de manera que nos desarrollemos como personas individuales para luego tener una vida más plena en pareja.
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