Una de las razones es que, cuando podemos gestionar nuestras emociones de manera eficiente somos menos propensos a tomar decisiones o llevar a cabo acciones de manera impulsiva o por acto reflejo.
Algunas pautas para desarrollar tu inteligencia emocional:
– Escucha la opinión que tienen los demás de ti y de tus reacciones emocionales.
– No niegues tus sentimientos, acéptalos, recuerda que sentir rabia o ira es humano, lo que verdaderamente cuenta es cómo expresas esa emoción sin hacerle daño a los que te rodean.
– Determina cuáles son tus potencialidades y límites, así fomentarás la autoconfianza y el autoconocimiento.
– Los cambios son una parte intrínseca de la vida, acéptalos y aprende a adaptarte a ellos, míralos como una oportunidad para crecer.
– Busca pequeños detalles que te mantengan motivado para lograr un objetivo y celebra cada vez que des un paso que te acerque a tu meta.
– No juzgues a los demás y, sobre todo, no critiques a las personas, cuando vayas a hacer una crítica, asegúrate de que esta sea constructiva.
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