Si un niño se acostumbra a recibir la gran cantidad de información que los teléfonos móviles permiten a una edad muy temprana, la realidad les parecerá aburrida, sus niveles de atención disminuirán en las situaciones del mundo real, mucho más lentas que en el mundo virtual, no serán capaces de concentrarse en el colegio y rendirán mucho peor.
El uso excesivo de la tecnología, debido a las características placenteras de ella, hace a los niños muy proclives a las adicciones, además, las pantallas y los juegos activan a los niños, dificultando y empeorando su sueño, el uso excesivo de las nuevas tecnologías también se relaciona con el aumento de la obesidad y el sedentarismo, se recomienda que el uso diario de las tecnologías en niños menores de 2 años sea de 30 minutos y para niños más mayores entre 1 y 2 horas es suficiente.
Los padres o responsables de los niños deben realizar actividades en familia que no impliquen tecnología, como juegos de mesa, puzles o actividad física, la mejor manera de limitar el uso de la tecnología es dando ejemplo.
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